Exponen el Santísimo Sacramento para rezar por los sacerdotes

Published in: on May 30, 2010 at 10:43 am  Deja un comentario  

Noruega, el mejor pais para ser madre

Published in: on May 30, 2010 at 10:24 am  Deja un comentario  

Tirando del hilo


Retorno a Brideshead
Evelyn Waugh

Era costumbre que en las noches de “gran tensión familiar” lady Marchmain leyera algún pasaje en voz alta después de la cena. Aquel día, su hijo Sebastian ni siquiera había bajado al comedor. Se revolvía en su habitación, solo y borracho, presto a librar un incierto combate contra mundum. La tensión era opresiva y lady Marchmain eligió un fragmento de La sabiduría del padre Brown. El protagonista es un cura católico metido a detective que logra atrapar al ladrón “con un anzuelo y una caña invisibles, lo bastante largos como para dejarle caminar hasta el fin del mundo y hacerle regresar con un tirón del hilo”. Escuchaban el relato los otros tres hijos de lady Marchmain, y Charles Ryder, amigo de Sebastian, compañero de sus francachelas universitarias y cómplice más o menos reciente de sus inquietudes. Es decir, compartían las pesquisas del padre Brown los principales personajes de Retorno a Brideshead, la novela que escribió Evelyn Waugh con el propósito declarado de mostrar “la influencia de la gracia divina en un grupo de personajes muy diferentes entre sí, aunque estrechamente relacionados”. La sobremesa literaria cierra la primera parte del libro y abre la puerta a la decadencia sólo aparente de sus protagonistas: lady Marchmain muere poco después, Sebastian acaba alcoholizado en Marruecos, su hermana Julia se casa y se divorcia antes de prometerse a Charles Ryder —que ha adquirido cierta fama como pintor, y que también se separa de su esposa—, y Cordelia, la hermana menor, desiste de hacerse monja y se enrola de enfermera en la guerra civil española. Mientras todos ellos avanzan a trompicones por la vida, se va apagando el esplendor de la mansión familiar y Europa se asoma al abismo de la II Guerra Mundial. Se podría decir que la novela es el retrato sutil y minucioso de una época, y que dibuja con maestría todos los matices de la psicología humana, y que esconde algunos pasajes de la tortuosa biografía del autor, y que describe “la desilusión sin causa” o “una especie de fatal insatisfacción y hartazgo previo de vivir” —en palabras de Manuel Hidalgo, uno de sus prologuistas—, y todos esos resúmenes serían ciertos, pero Retorno a Brideshead es mucho más: hay que llegar hasta las páginas finales, y asistir a la agonía de lord Marchmain, y compartir el propósito insospechado de Julia —“no puedo estar fuera del alcance de su misericordia”—, y oírle explicar a Cordelia cómo serán los últimos años de Sebastian, y acompañar al oficial Charles Ryder en su inesperado regreso a Brideshead, para intuir que detrás del escaparate de los acontecimientos, más allá de las fiestas refinadas, los viajes a Venecia, la estética, los cigarros turcos, los vinos añejos, los amores y los desamores, hay un pescador que ha ido soltando hilo con paciencia, y que se prepara ya para dar el tirón definitivo.

Texto Javier Marrodán [Com 89, PhD 00]. Ilustración Pedro Marrodán
(http://www.unav.es/nt/

Published in: on May 30, 2010 at 9:46 am  Deja un comentario  

Árabe por etnia, cristiano por religión, Tierra Santa por casa


Una iglesia de rito católico y una mezquita comparten calle en la población de Beit Sahour, en la zona de Belén. Al fondo, el asentamiento israelí de Har Homa.
La presencia de cristianos en Tierra Santa mengua de año en año a un ritmo vertiginoso. La inestabilidad política y económica les ha empujado a emigrar a lugares más prósperos y, por ello, la pequeña comunidad que aún permanece quiere que se la conozca y busca el apoyo internacional con el fin de evitar que la cristiandad desaparezca precisamente del lugar donde Jesucristo vivió y fundó la Iglesia.
Hace unos años, Rifat Kassis, cristiano palestino y director de la ONG Defense Children Internacional en Palestina, fue a dar una conferencia sobre el conflicto israelí-palestino a Estados Unidos: “Me presenté como cristiano palestino y una mujer que estaba entre el público se levantó y me dijo que no conocía la existencia de tal cosa, y quería saber cuándo me había convertido. Le conté que mis antecedentes se remontaban a la era de Cristo; ella no daba crédito”. Kassis es consciente de que “no se conoce la existencia de cristianos en Palestina, y si se conoce no se entiende, a pesar de que la primera Iglesia no se estableció en Roma o en Washington, sino en Jerusalén.”

Los cristianos palestinos achacan esta circunstancia al hecho de que desde Occidente se tiende a ver el conflicto como una guerra entres dos bloques: el judío y el musulmán. “Pero se olvidan de la comunidad cristiana, que, de hecho, hasta la fundación del Estado de Israel en 1948, representaba un alto porcentaje de la población en Palestina y era mayoría en muchas ciudades que ahora son predominantemente musulmanas”, asegura Kassis. Según la Oficina de Estadísticas Palestina, los árabes cristianos representaban a finales del siglo XIX el 24% de la población de todo el territorio histórico. Sin embargo, el siglo xx ha sido su peor pesadilla. La guerra de la independencia de Israel en 1948 dejó 750.000 refugiados palestinos (de los cuales, 150.000 eran cristianos), y provocó una gran catástrofe geográfica, económica y social en la población árabe. El panorama empeoró en 1967 con la ocupación, a manos de Israel, de Gaza y Cisjordania: las restricciones de movimiento se multiplicaron, la economía palestina se hundió y toda opción de recibir una buena educación o de encontrar un trabajo se volvió totalmente dependiente de la inestable situación política. Dadas las circunstancias, los cristianos comenzaron a emigrar de forma masiva en busca de un futuro mejor, con más posibilidades para sus hijos. Este hecho, acompañado del rápido crecimiento demográfico de los musulmanes, ha reducido en un siglo la presencia cristiana en Palestina e Israel a un 1,48%. Ciudades importantes como Ramala o Jerusalén, cuya presencia cristiana se elevaba al 80% a principios del siglo XX, sólo albergan ahora a un 5%. En Belén, la ciudad cristiana por excelencia, la representación cristiana decayó del 90% a principios del siglo XX al 30% actual. De hecho, y aunque resulte irónico, hoy es complicado conocer el número exacto de cristianos palestinos que habitan en Tierra Santa. El Centro Inter-Iglesias de Jerusalén realizó un cuidadoso cómputo del que se desprende que existen 200.000 cristianos en Palestina e Israel: 50.000 habitan en los territorios ocupados (3.000 de ellos en Gaza) y 150.000 en Israel. Los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Palestina, que el Centro Inter-Iglesias recoge, son de 2004 y señalan que ya para ese año sólo existían en Jerusalén 9.000 cristianos. 219.000 habitantes eran musulmanes y 464.000, judíos.
(Temas de Nuestro Tiempo: http://www.unav.es/nt)

Published in: on May 28, 2010 at 2:24 pm  Deja un comentario  

De un papiro egipcio

Edgar Lobel, experto en papirología de la Universidad de Oxford, dedicó su vida al estudio de los papiros encontrados en Egipto. Como es conocido, el clima extremadamente seco de la mayor parte de Egipto ha hecho que se conserven multitud de fragmentos de papiros antiquísimos, con textos de hace milenios, en griego y en copto. Muchos de estos textos se habían perdido. En otros casos, los papiros sirven para confirmar la antigüedad de textos que sí que se habían conservado a través de sucesivas copias o traducciones.
Uno de estos papiros, descubierto en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino una plegaria que continuamos rezando hoy en día, la oración Sub tuum praesidium. La versión latina es:

Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.

La versión castellana, es muy conocida:
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

Y la versión en griego clásico, que es precisamente la que se encontró en el papiro.

Basta fijarse con detenimiento en la foto del papiro para reconocer las palabras griegas originales:
Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.

Cabe destacar la presencia del término Theotokos (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”. Dos siglos después, en el Concilio de Éfeso, se reconoció de forma solemne que este título era adecuado para la Virgen María, contra el parecer de Nestorio. Es decir, en Éfeso, la Tradición de la Iglesia fue defendida contra los que preferían sus propios razonamientos a la enseñanza de siempre de la Iglesia.

Resulta impresionante rezar esta oración, sabiendo que los cristianos la rezaban ya, por lo menos, en el año 250 d.C., que es la fecha en la que Edgar Lobel dató el papiro en el que se encontraba. Nosotros no la hemos recibido de los arqueólogos, sino de la tradición de la Iglesia, a través del latín en el caso de la Iglesia Latina o del griego y el eslavonio antiguo en Oriente. Resulta agradable, sin embargo, que la arqueología nos muestre una vez más que la tradición no es algo inventado, sino que verdaderamente nos transmite la herencia que los primeros cristianos recibieron de Cristo y de los Apóstoles.
THEOTOKOS, LA MADRE DE DIOS
La oración Sub tuum praesidium es un testimonio entrañable, probablemente el más antiguo y el más importante en torno a la devoción a Santa María. Se trata de un tropario (himno bizantino) que llega hasta nosotros lleno de juventud. Es quizás el texto más antiguo en que se llama Theotokos a la Virgen, e indiscutiblemente es la primera vez que este término aparece en un contexto oracional e invocativo.
G. Giamberardini, especialista en el cristianismo primitivo egipcio, en un documentado estudio ha mostrado la presencia del tropario en los más diversos ritos y las diversas variantes que encuentra, incluso en la liturgia latina. La universalidad de esta antífona hace pensar que ya a mediados del siglo III era usual invocar a Santa María como Theotokos, y que los teólogos, como Orígenes, comenzaron a prestarle atención, precisamente por la importancia que iba adquiriendo en la piedad popular. Simultáneamente esta invocación habría sido introducida en la liturgia.

En el rito romano, su presencia está ya testimoniada en el Liber Responsalis, atribuido a San Gregorio Magno y es copiado en el siglo IX en la siguiente forma: «Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genitrix». Algunos manuscritos de los siglos X y XI, presentan unas deliciosas variantes de esta oración, manteniendo intacta la expresión Santa Dei Genitrix, en estricta fidelidad a la Theotokos del texto griego.
Se trata de traducciones fidelísimas del texto griego, tal y como aparece en el rito bizantino, en el que se utiliza la palabra griega eysplagknían, para referirse a las entrañas misericordiosas de la Madre de Dios. La consideración de la inmensa capacidad de las entrañas maternales de la Madre de Dios está en la base de la piedad popular que tanta importancia dio al título Theotokos para designar a la Madre de Jesús. Y quizás como lo más importante sea el hecho de que el testimonio del Sub tuum praesidium levanta la sospecha de que el título Theotokos se origina a mediados del siglo III en la piedad popular como invocación a las entrañas maternales de Aquella que llevó en su seno a Dios. Esta vez, quizás, la piedad popular fue por delante de la Teología. Al menos, es muy verosimil que así fuese.
Los fieles que, con sencillez, rezan esta oración a la Sancta Dei Genitrix, la Theotokos, la Madre de Dios, porque la han recibido de manos de la Iglesia, son los que están más cerca de lo que transmitieron los primeros cristianos y, por lo tanto, más cerca de Cristo.
La versión latina esta oración ha sido inmortalizada en la música especialmente por Antonio Salieri y Wolfgang Amadeus Mozart.
FUENTES:
Lucas F. Mateo-Seco, La devoción mariana en la primitiva Iglesia
Bruno Moreno Ramos, InfoCatólica

Cfr G. Giamberardini, Il «Sub tuum praesidium» e il titolo Theotokos nella tradizione egiziana, en «Marianum» 31 (1969) 350-351; A.M. Malo, La plus ancienne prière à notre Dame, en De primordis cultus mariani, cit., t. 2, 475-485.

Published in: on May 27, 2010 at 4:30 pm  Deja un comentario  

El Papa celebra Pentecostés y habla de la universalidad de la Iglesia

Published in: on May 26, 2010 at 5:09 pm  Deja un comentario  

Nuevo dato hallado en la Sábana Santa

Published in: on May 26, 2010 at 4:51 pm  Deja un comentario  

Proyecto STOQ

Published in: on May 26, 2010 at 4:43 pm  Deja un comentario  

Pedid por el Papa y por su gobierno en la Iglesia

Published in: on May 26, 2010 at 4:26 pm  Deja un comentario  

Triunfan dibujos sobre santa Perpetua

Published in: on May 26, 2010 at 3:52 pm  Deja un comentario